En pleno centro de Madrid, en la emblemática Gran Vía, se alza Brach Madrid, un nuevo espacio que combina la rica historia de la capital con un diseño contemporáneo y una propuesta arquitectónica única. Ubicado en un edificio construido entre 1919 y 1922 por el arquitecto Jerónimo Pedro Mathet Rodríguez, el hotel ha sido renovado para reflejar la esencia madrileña, pero con un toque de modernidad firmado por el renombrado Philippe Starck.
El edificio que alberga Brach Madrid es un claro ejemplo de la conservación de elementos arquitectónicos originales combinados con innovaciones modernas. Su elegante fachada de piedra blanca y la gran escalera de hierro forjado son solo algunos de los detalles que se han conservado para preservar la memoria histórica del lugar. Este espacio no solo destaca por su ubicación privilegiada en la Gran Vía, sino también por cómo ha logrado mantener la autenticidad arquitectónica mientras incorpora un diseño interior innovador y sofisticado.
Un diseño que cuenta historias
Philippe Starck ha logrado un diseño que no solo es estéticamente impresionante, sino que también cuenta una historia. Las habitaciones de Brach Madrid están decoradas con detalles que evocan la nostalgia y el romanticismo, como bocetos y notas de viaje que transforman el espacio en un diario visual. El uso de materiales tradicionales como el cuero, el mimbre y la cerámica otorgan a los interiores un toque cálido y acogedor, reflejando el espíritu de la cultura española.
La restauración de este edificio es un ejemplo claro de cómo la arquitectura histórica puede combinarse con innovaciones modernas sin perder su esencia. La incorporación de elementos como espejos inclinados, una cocina abierta y una pastelería de estilo vintage demuestra cómo el diseño puede transformar el espacio en una experiencia sensorial. Los detalles en cada rincón de Brach Madrid, como los azulejos de terracota vidriada o los techos de cuero trenzado, ofrecen una atmósfera única, elegante y atemporal.
Un espacio dedicado al bienestar y la tecnología
Más allá de su valor arquitectónico, Brach Madrid ofrece una propuesta de bienestar que fusiona tecnologías avanzadas con prácticas tradicionales. La Capsule, un santuario de 400 m², es un ejemplo de cómo la arquitectura puede integrarse con el concepto de salud y bienestar. Con instalaciones como una piscina de 20 metros, sauna de infrarrojos, y una cámara de oxígeno hiperbárico, Brach Madrid se posiciona como un espacio integral que no solo destaca por su arquitectura, sino también por su capacidad de ofrecer una experiencia holística a los visitantes.
La apertura de Brach Madrid marca un hito en la arquitectura hotelera de la ciudad. Con su enfoque en la preservación del patrimonio y la innovación en el diseño, este espacio se presenta como una referencia para futuras restauraciones en la ciudad, demostrando que la historia y la modernidad pueden coexistir armoniosamente.
