La Alianza para una Europa Climáticamente Positiva (CPEA), think tank con sede en Bruselas fundado por Green Building Council España (GBCe), el GBC de Alemania (DGNB), el de Austria (ÖGNI) y el de Dinamarca (DKGBC), recomienda crear un nuevo marco regulatorio que obligue a las empresas a demostrar el cumplimiento de las normas ESG —por las siglas en inglés de environment, social and gobernance, factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo en castellano— a partir de datos verificados por terceros. Además, sugiere sancionar el “blanqueo ecológico” —greenwashing— y establecer macroobjetivos con controles continuos y revisiones periódicas, como parte de una hoja de ruta ESG más a largo plazo.
Así lo indica el informe "Adopción e implementación de los ESG en la construcción y en el sector inmobiliario de la UE", elaborado por el Grupo de Trabajo ESG de la CPEA, que plasma la situación actual de los sectores de la construcción e inmobiliario en relación con el desarrollo de estrategias ESG, su aplicación y divulgación de información al respecto. Este documento, que se acaba de publicar, llega en un contexto de rápido aumento del compromiso del mercado de la construcción y el sector inmobiliario con los temas, discursos e iniciativas relacionadas con los principios ESG.
“Los informes ESG, que informan a la sociedad sobre la política ambiental, social y de gobernanza de las empresas, se han convertido en los documentos de referencia para las compañías a la hora de mostrar su política empresarial, más allá de los aspectos financieros”, afirma Bruno Sauer, codirector general de GBCe y vicepresidente de CPEA. De este modo, el informe ofrece una instantánea de la situación actual de los distintos agentes europeos de los sectores de la construcción e inmobiliario en relación con el desarrollo de las estrategias ESG, de su aplicación y de la divulgación de información al respecto, analizando los factores impulsores, los riesgos, los retos y las posibles soluciones.
“Dado que no hay un marco regulado para medir o reportar los ESG, desde CPEA se ha trabajado durante un año con entidades y empresas europeas del sector Real Estate para definir un marco común e indicadores consensuados, de tal forma que los informes ESG sean fiables, comparables y verificables”, resalta Sauer.
Según las conclusiones del trabajo de CPEA, la mayor parte del compromiso de la industria y de los informes ESG se limitan a cuestiones medioambientales. De hecho, la mayoría de los participantes en el mercado se centran en cuestiones energéticas y climáticas y, en un grado mucho menor, en aspectos medioambientales más amplios como la circularidad, la biodiversidad, la contaminación o la gestión del agua.
"Al trazar un mapa de las interrelaciones e interdependencias entre todos los componentes ESG, es decir, las áreas de impacto ESG ambientales, sociales y de gobernanza y los criterios asociados, los expertos de la industria del Grupo de Trabajo muestran que las partes interesadas del sector deben adoptar una visión más amplia si quieren evitar riesgos de percepción de ESG-washing en el futuro", afirma Ursula Hartenberger, secretaria general de la CPEA, quien ha liderado el informe. En este sentido, Hartenberger resalta que existen vínculos directos entre los objetivos de descarbonización y los resultados sociales, que a su vez también influyen en los resultados de gobernanza de una organización.
CPEA también considera que, frente a la creencia generalizada en el sector de que las cuestiones de gobernanza sólo afectan en el ámbito de la organización, los miembros del Grupo de Trabajo demuestran que la estructura de gobierno a nivel corporativo también establece la política general y el marco estratégico para la gestión a nivel de edificio o emplazamiento. Asimismo, los datos y la documentación de estos últimos informan sobre el desarrollo de la estrategia, proporcionan pruebas de cumplimiento y apoyan la implementación de las políticas y los compromisos existentes al más alto nivel.
El informe también destaca una serie de retos regulatorios, estructurales y sectoriales importantes en relación con la aplicación de la ESG. Entre ellos, se encuentran la falta de una definición sectorial armonizada y consensuada y de las normas asociadas, las carencias de competencias y conocimientos, el pensamiento sectorial aislado, los problemas relacionados con la falta de alineación de las distintas políticas y el acceso y la disponibilidad de datos relevantes en materia de ESG y de métricas aplicables a todo el sector.
Basándose en la experiencia de los miembros del Grupo de Trabajo y en ejemplos prácticos, el informe presenta una serie de recomendaciones, tanto para los responsables políticos como para los agentes del mercado. En cuanto a las políticas, los miembros del Grupo de Trabajo piden que se desarrolle una Directiva de Edificios Sostenibles "todo en uno" basada en uno o varios niveles, la agrupación y priorización de iniciativas políticas y la introducción de registros de edificación digitales para superar las barreras de datos existentes.
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