El vidrio confiere a los rascacielos su carisma y gracilidad como demuestran las fachadas de rascacielos como el MoMa de Nueva York, The Gherkin de Londres o la Torre del Cristal de Madrid. Todos ellos cuentan con el SWISSPACER Air, un componente homologado por el DIBt que abre nuevas posibilidades a la hora de planificar, construir y edificar los futuros gigantes de cristal.
Principal Tower como referente
El edificio Principal Tower se acabó de construir a mediados del año 2019 en la periferia de uno de las zonas de moda de Londres, Shoreditch, el barrio de los artistas. Con su elegante fachada de vidrio de 162 metros de altura y sus 50 pisos es un símbolo destacado en el perfil de la ciudad.
Diseñado por Foster + Partners, los pisos reposan como estratos transparentes entre las suaves correas de fachada horizontales que marcan cada uno de los niveles. Este aspecto tan sofisticado se ha conseguido, en gran parte, gracias el uso mayoritario de vidrio en la envolvente exterior. Las dimensiones del edificio han obligado a tener en cuenta hasta el mínimo detalle en el diseño del muro cortina de alta eficiencia energética, incluidos los perfiles intercalarios. Es precisamente en la construcción de rascacielos con una gran superficie acristalada donde este modesto elemento de construcción juega un papel importante: aparte de mejorar el aislamiento en el borde de los vidrios aislantes, mantiene las hojas paralelas y a una distancia constante.
Por este motivo, los responsables de la planificación decidieron utilizar el perfil intercalario de borde caliente SWISSPACER ULTIMATE para construir el acristalamiento de la fachada. Este componente tiene una lámina especial estanca al gas y al vapor de agua que impide que se escape el relleno gaseoso de la cámara o que penetre vapor de agua en ella. El perfil intercalario de borde caliente para acristalamientos aislantes también aísla de forma óptima las cerca de 300 viviendas alojadas en Principal Tower. Además, este componente también contribuye a reducir de forma clara los costes energéticos y a aumentar el confort en las estancias: impide de forma efectiva que se generen corrientes de aire debido al descenso del aire frío o que se forme agua condensada en los cristales.
Compensación de la presión en grandes alturas
La moda de construir edificios cada vez más altos sigue creciendo a ritmo incesante alrededor del globo; con una altura de 828 metros, Burj Khalifa, sito en Dubái, es el edificio más alto del mundo en la actualidad. Sin embargo, dentro de unos meses se verá superado por Jeddah Tower, cuya altura prevista es de 1007 metros.
En edificios de gran altura, las fachadas de vidrio plantean retos constantes a los arquitectos y constructores. Entre otras razones, esto se debe a las grandes diferencias de presión de aire y de temperatura entre la planta baja y la azotea del edificio, que generan diferentes cargas climáticas en los cristales aislantes. Como consecuencia, las hojas de vidrio que se encuentran a gran altura tienden a curvarse hacia fuera. Cuando hace frío se produce el efecto contrario y los cristales se curvan hacia dentro.
Cuanto más diferentes son las cargas climáticas en un rascacielos, más se perjudica la fachada del edificio. Además del antiestético aspecto exterior, las tensiones en el sellado perimetral pueden causar una pérdida de calidad y la rotura del cristal. Sustituir los vidrios dañados resulta muy complicado y costoso, especialmente en los edificios de gran altura.
SWISSPACER Air: una solución única para edificios de gran altura
Como respuesta a este problema, SWISSPACER ha diseñado una solución económica y de aplicación industrial. SWISSPACER Air, un pequeño manguito metálico de forma cilíndrica con membrana integrada, se puede enroscar en el perfil intercalario entre las hojas de vidrio, donde queda oculto. Este componente permite compensar lentamente la sobrepresión y el vacío, contrarrestando de este modo las cargas climáticas. Por un lado, esto garantiza la calidad y la durabilidad de los elementos de ventana y fachada construidos; y, por el otro, simplifica la logística en el proceso de construcción, puesto que los desniveles entre el lugar de producción y el de instalación o en las rutas de transporte también pueden generar tensiones en el cristal aislante y daños en el borde del cristal. En los acristalamientos aislantes equipados con el SWISSPACER Air, en cambio, la presión se compensa de forma continua y los elementos de construcción llegan a la obra sin perder ni un ápice de calidad. Esta ventaja es determinante, en particular, cuando se utilizan cantidades importantes de componentes en los rascacielos.
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